Son los Neomodernistas 2.0, los agoreros del pensamiento estructurado, hiperlógico, ultraescéptico, o mejor dicho, pseudoescéptico que empezaban a invadir tanto webs, foros, blogs, y ahora las redes sociales de manera, en mi opinión, bastante peligrosa, siempre hablando desde el punto de vista de forma de pensamiento o de ver la visión del mundo.
He debatido, discutido y hasta he luchado con estos tipos que destilan un neosnobismo y elitismo que echa para atrás incluso al más pintado, y siendo participante en algunos de ellos, he llegado a unas interesantes conclusiones que me han impresionado; algunas descubiertas por casualidad, y otras que ya me las esperaba y sospechaba que pudieran ser ciertas ante la avalancha de argumentos y opiniones intolerantes, burlescas, faltonas, incluso algo fascistoides, y de una superioridad intelectual muy cercana al pensamiento sectario contra aquellos que ostentaban tener creencias, valores espirituales o simplemente apartados de la ciencia oficial.
Escudados en un culto a la Ciencia casi religioso, dogmático innamovible e incontestable, lanzaban sus críticas, ataques, burlas, difamaciones, insultos como verdaderas ametralladoras hacia todo bicho viviente que tuviera una forma diferente de ver la vida diferente a la suya: religiones, creencias, ideas revolucionarias, teorías novedosas que se atrevieran a poner en jaque cualquier dogma, ley, mandato, orden o estatuto inamovible de una Ciencia oficial tan intolerante, pseudofascistoide y antidemocrática como ellos mismos.
"La ciencia no es democrática", según los cientifistas (que no científicos), sino una dictadura.
Un postulado, sin duda, cuando menos, inaceptable.
Últimamente y afortunadamente para nosotros, los creyentes, parece que están en declive, de capa caída, o bien los blogs, ya no son lo que eran, o bien su discurso totalitario, rancio e insultón, está empezando a aburrir hasta a las cabras.
Era de esperar. No se puede anquilosar y medir en reglas y escuadras cuestiones humanas como las creencias, la fe, la devoción o el avance del pensamiento humano por parte de mecanismos que escapan a la lógica y a la Ciencia y al tan traído y manido método científico.
El pensamiento humano inspirado y emocional tan ligado siempre a la Ciencia, al Arte y a la espiritualidad en todas sus materias y todos sus descubrimientos; en todos sus avances y sus constantes evoluciones, se enfrentaban a unos dogmas y unas leyes que casi parecieran ser de la Ciencia del siglo XV donde cualquiera que expusiera una idea diferente a lo establecido por la comunidad más conservadora y extremista, era masacrado casi de manera inquisitorial.
En el siglo XV era la inquisición de la religión quien perseguía este tipo de pensamiento de creencias que se apartaban de la Iglesia; hoy en día es la inquisición de la razón quien que lo persigue a quien no cierre filas bajo los dogmas científicos. No torturan, ni queman (afortundamente) pero si que insultan, se burlan, atacan y desprecian a cualquiera que se atreva a pensar de manera diferente a ellos.
Lo malo de todo esto es que es preocupante que esta forma de pensamiento se impregne en las nuevas generaciones dando como resultado personas jóvenes extremadamente dependientes de las tecnologías, del mundo virtual, de las pantallas de ordenador y se vuelvan o abandonen los valores más humanos como son también la espiritualidad, las creencias, la fe, y todo lo que nos hace ser mejores personas o, al menos, más humanas y felices.
Internet es un medio superficial, frío; una tecnología modernista demasiado dependiente de las máquinas, de una Ciencia cada vez más alejada de lo humano y más cercana a un mundo casi de hombres-máquina de hombres-básicos, muy predecibles que más bien procesan datos más que piensan por ellos mismos.
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